El tiempo es la medida del cambio.

  Pues el metro mide la distancia y el litro la capacidad. Es una categoría inventada por el hombre para ordenar los hechos o medir los cambios. A falta de reloj, una cita en una esquina sería malograda. La historia de la humanidad se mide por siglos y el sistema solar por años.
 ¡Cómo pasa el tiempo! se asombraba un vecino.
 El tiempo no pasa, pasamos nosotros, le contestó otro.

Yo

 Esa agrupación o hermandad de células que llamamos yo le impone sus ritmos y su cultura a las demás. Sus horarios, sus objetivos, su hábitat y su higiene. De ser un servidor del cuerpo para calmar la sed, el hambre y el sexo, se ha transformado en un déspota que ahora pretende también volar solo al cielo y dejar al resto que se pudra en la tierra.
 La escritura es el lenguaje del ausente.
                  
                                    El malestar en la cultura
                                    Sigmund Freud

La cárcel

 Alcanzo a divisar varias rejas desde aquí. Una, el lenguaje, dos, mi profesión, tres, la sociedad. Tal vez, haya más y no las pueda ver. Si quisiera salir, limar los barrotes uno a uno, nada me garantizaría que frente a la intemperie me engulleran al primer bocado.

Placebo

La cultura es un placebo.
The culture is a placebo.

El paraíso terrenal.

 Quisiera morir allí,
 donde la carne no se pudra,
 en el Serengeti,
 devorado por leones y aves negras.
 

Ilusiones perdidas.

 El idioma une y controla a la comunidad.
 El control es una propiedad de la unidad.
 ¿Y qué quedó de la libertad?

Con el cerebro intervenido.

 Un idioma de vías férreas me traza el camino: las estaciones, los ritmos y los molinetes con la tupida red de la gramática. Más allá la noche inmensa donde habitan locos y poetas.
Hay que limpiar el ello de palabras.

El hombre y la bestia.

 La ley es mecánica. Los códigos lo confirman; cada ley repite el mismo movimiento de biela para todos. Legisla. Los hábitos, los horarios y los semáforos repiten su figura.
 Como si no fuéramos seres vivos, mamíferos vertebrados, y en cada día, en cada hora, en cada momento, seamos otro.