La naturaleza

Naturam si sequemur ducem, nunquam aberrabimus.
Si tomamos por guía a la naturaleza, nunca erraremos. 
Séneca

Epicuro

Epicuro dijo que la naturaleza de Dios era excelente y perfecta, a la vez le niega la bondad.

Epicurus, quum optiman et praestantissimam naturam dei dicat esse, negat idem esse in deo gratiam.

Ciceron




A eso de la una los lectores salieron. Yo no tenía hambre: sobre todo, no quería marcharme. Trabajé un momento más y de pronto me sobresalté: me sentía amortajado en el silencio.
Alcé la cabeza: estaba solo.

J.P. Sartre (La Nausea)

El adverbio.

 ¡Este es el más noble!
 No declina.

La lengua, una mujer impredecible.

 Veleidosa, caprichosa, sorprendente, voluble, antojadiza, inconstante, mudable, versátil; una mujer de la que nos enamoramos fácilmente.

Propiedades terapéuticas

Bestiae cantu flectuntur: Las fieras se amansan con la música.

                                                                                      Ovidio

La quinta dimensión

El sujeto; sus pensamientos, sus sueños, sus emociones, su vida anímica. Una dimensión en la que  puede suceder cualquier cosa.

Tropas: copias.

Es que en latín copias significa tropas. ¿Y qué valor puede tener un hombre si es una copia? Se mata, se tira o enloquece; tan solo una copia, menos que un número cuyo orden le da una distinción, uno, dos, tres. La copia es la repetición de lo mismo. No tiene ningún valor. Antes de leerla se tira. Como papelitos en el aire saltan las copias para aniquilar o ser aniquiladas.

Por la misma razón surgimos y, por ella misma, desapareceremos.

 Todo fenómeno lleva en sí las leyes de su desaparición. Una rosa, un relámpago, una tormenta, un pájaro, la humanidad. Y lo que engendra su pérdida son sus propias leyes de desarrollo y creación. Aquello que creemos un avance también es un retroceso. Pensemos en el caminar. Para ir a un lado tenemos que abandonar otro. Ganamos algo y perdemos otro tanto. Así, la razón, la cultura, señala nuestro avance y oculta nuestro retroceso. Lo que parece la dominación de la naturaleza es nuestra debilidad. Lo que se muestra como adaptación es también desadaptación. Pensemos en los dinosaurios. Solo es cuestión de tiempo.
 Como solo es cuestión de tiempo que nosotros mismo desaparezcamos. Y eso lo sabemos, y al saberlo planificamos nuestra vida. O la vivimos intensamente hasta el desparpajo, sin importarnos nada, o nos cuidamos, nos medimos, la estiramos. Son opciones de vida.
 A la humanidad, con más o menos conciencia de su final, le pasa otro tanto.

Refrán latino

Deforme est de se ipso predicare (es feo elogiarse a sí mismo)