Esa actitud milenaria de los japoneses de ser ordenados, disciplinados y respetuosos del rey, sin saqueos ni desórdenes, que tanto alaban los medios (los melios pelos), es lo que permitió que se instalaran en la región más azotada por los terremotos, centrales nucleares del dinero. ¡Mi Dios!
El camino del infierno está plagado de buenas intenciones. Frase también milenaria.
¡¡Cuidensé de los buenos!!
Sayonara
1 comentario:
Tal cual! Ni acá la hubiéramos hecho peor!
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