Novela inédita, fragmento. La Denuncia


Debo confesarle de mi otro amor, a la sazón, el más duradero. La veía por la mañana, por la tarde y la noche y como ella era muy coqueta cambiaba de ajuar por la mañana por la tarde y por la noche. Ustedes la considerarán una frívola, pero no, era y es una gran dama. Y los días luminosos, lucía de una manera y los opacos de otra. No quisiera seguir refiriéndome a ella sin pronunciar su nombre: Tour Eiffel que suena más bonito que Torre Eiffel, sin duda. Pues en castellano el nombre taconea como si fuera una maestra alemana, pero en francés, suena como el andar de la Dama de las Camelias. O de alguien por el estilo de un amor galante y refinado. No podía ser de otra manera con sus caderas anchas y su gran porte de bailarina de acero.

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