El Dinero

Se murió de un infarto agudo de dinero.
Siempre hay una persona dentro de uno que le advierte claramente. Podemos hasta escuchar su voz. Pero uno no le lleva el apunte y termina por meter la pata en el charco o caersele todos los platos, o en fin, volver a tropezar con la misma piedra.

Así se escribe.

Un viejo amigo de todos, el señor Bonifacio, gran cazador de alimañas y gran bebedor de vino, un hombre robusto y alegre, lleno de gracia, de buen sentido y de filosofía, de una filosofía irónica y resignada, que se manifiesta por agudezas mordaces y nunca por tristes reflexiones, dijo de pronto:


Guy de Maupassant: El Guardia (La Garde)

El Hombre

El hombre es la pretensión de detener el tiempo.

Crítica a la Razón.

En resumen, somos unos animales mamíferos que se han especializado en procesos de abstracción de la realidad, en pequeños cubos geométricos, en derivados de las matemáticas y que pretenden construir un mundo a su imagen y semejanza. Vemos al mundo divido en dos, y después, más y más dividido, hasta la eternidad, -esa son las paredes de la lógica, la división arbitraria-. Esa capacidad de desarmar el mundo en mil pedazos y la imposibilidad de reconstruirlo, les hace creer en una “verdad” que estaría en la ordenación de las esquirlas, como si fuera un jarrón que lo hubiera roto en mil pedazos e intentaran reconstruirlo con las fisuras y falta de gracia resultante. No dándose cuenta, primero, que la propia palabra verdad es otra esquirla que deriva de la separación del sujeto, del objeto. En fin no nos damos cuenta que al pensar anulamos toda posibilidad de llegar a la verdad.

Crítica a la Razón

La generalización es una utopía de la razón. La vida, la biología, nos impone lo diferente. Generalizar es una economía de la razón, siempre preocupada en recorrer un millón de años en nueve minutos.

El Hombre y la Muerte

Tal vez nuestra posición vital ante la vida esté determinada por la muerte. El hombre es el único animal que sabe que se va a morir y ante ella elabora dos posiciones culturales extremas, una "hay que vivirla" y la otra "hay que hacer algo útil con ella". Una sería más dionisiaca y la otra apolínea.
Es que ninguna de las dos resuelve el problema irresoluble de la muerte y tal vez el punto de equilibrio estaría en ignorar que uno se muere y vivir como si fuéramos eternos. Total, la muerte llega, hagamos lo que hagamos.

Guy de Maupassant

¿Quién podría separar lo verdadero de lo engañoso en los actos ,de las mujeres? Fingen con sinceridad, haciendo su papel convencidas, emocionadas. Su voluble sentimentalismo las hace de pronto ardientes, agradecidas, criminales, encantadoras o innobles. Mienten sin cesar y sin querer, sin comprenderlo y sin sospecharlo; y a pesar de sus constantes mentiras, en sus actos domina la sinceridad, que se veía en sus resoluciones inesperadas, incomprensibles, irreflexivas, inverosimiles a veces, que de pronto contradicen los razonamientos lógicos, nuestra costumbre razonadora y todos los cálculos de nuestro egoísmo. La brusquedad y la sorpresa de sus resoluciones las hacen aparecer a nuestro juicio como indescifrables enigmas. Y nos preguntamos a-cada instante: ¿Son falsas o sinceras? Amigo mio: sinceras y falsas a la vez, porque su naturaleza las exige que oscilen sin cesar entre dos opuestos caminos y no se decidan por éste ni por aquél. Son ambas cosas y ninguna.
Guy de Maupassant. La modelo

Guy de Maupassant

"Todo buen periodista debe hallarse dispuesto a dejarse conquistar por el público , a seguir sus opiniones, ondulantes y varias, escéptico y crédulo, perverso y bondadoso, irónico y bonachón, siempre convencido y sin creer nunca en nada."

Guy de Maupassant: El Hombre-Femenino

La Moral

La moral es una proteína. Sus impulsos eléctricos te paralizan o impulsan a destajo. Es muy difícil librarse de ella, tanto, como quién no la posee, adquirirla. A veces molesta, acosa de forma absurda e inexplicable y reducirla resulta mas costoso que una dieta. Sí, es una proteína

Felices Fiestas

Les copio un regalo de Concepción Bertone una poeta rosarina de primer nivel.


Bendición Druida

Sea tuya la duración sin tiempo
De una hora entre horas, y la luz de un amanecer
Que irrumpe entre nubes adormiladas.
Sea tuya la fuerza del halcón, la celeridad del rayo y la memoria de las rocas,
Que han presenciado el principio y el fin.
Sea tuyo el canto de la brisa que cesa pero no perece,
la paciencia del árbol, el poder nutricio de la Tierra,
El aroma de la rosa y su primer y último suspiro.
Sea tuya la noche, que ciega al cegador y abre los ojos del cegado.
Sea tuyo el ímpetu de la tormenta que ama sin piedad
Y la gratitud de los campos
Que se rinden ante tal Amor.
Sea tuya la inspiración del guerrero
Que no conoce la soberbia, la voz del trueno,
La luz fugaz de la centella, la lluvia que apacigua al poeta
Y el fuego que ilumina su corazón.
Sea tuya la grandeza de aquel que ama la vida,
Pues sabe que no es más que una brizna de polvo en el universo.

Guy de Maupassant

El aire estaba impregnado con perfumes de tierra húmeda, de tierra desnuda, emanados como el olor de la carne cuando se despoja una mujer, después de una fiesta, de los vestidos que la cubrieron.
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Guy de Maupassant. Cantó un gallo (Un coc chanta)

Vidal a Secas (nueva novela)

Acabo de subir mi nueva novela al blog.

La dirección es. http://vidalsecas.blogspot.com

La Guerra de Irak

Van por solo dos años. Matan cien mil personas y se vuelven.

La guerra de Afganistán

Con motivo de las Fiestas Navideñas Obama mandó treinta mil hombres a Afganistán‏.

La Dialéctica.

 Tampoco es como en los cuentos que hay un conflicto o existe una desgracia que se resuelve finalmente para bien o para mal. Sino que hay un conflicto que finalmente no se resuelve nunca ni para bien ni para mal.

Guy de Maupassant

El ambiente de otoño, con su olor a tibia humedad de hojas muertas y sol extenuado, mortecino y anémico, agudiza, envolviéndola en poesía, la sensación de soledad, de acabamiento definitivo que flota sobre aquel lugar en que el hombre husmea la muerte.
Guy de Maupassant: Las Sepulcrales

La Pareja

A los veinte, si estás en pareja, habría que renovar la alianza todos los días, esto evita peleas y malentendidos. Después, con el correr del tiempo, a los treinta, a los cuarenta, aconsejo tres veces a la semana, y a mi edad, los cincuenta y pico, es inevitable renovarla una vez por semana. Allí se dice lo que no se puede decir de otra manera.

Los virus

Hay un virus que se reproduce con el fuego; es indestructible. Tal vez eso nos quiera advertir Heráclito o la leyenda del infierno.